¿Cómo de inteligentes son los orangutanes?

Fu Manchú fue uno de los artistas más notorios del escapismo en el zoológico de Omaha, en la década de 1960. Pero no era un artista, era un orangután. Los encargados de encerrarlo todas las noches se quedaban perplejos al encontrarlo fuera al otro día en los árboles con sus amigos, o tomando el sol en la azotea. Solo luego de instalar cámaras se dieron cuenta de que Fu Manchú habría el bloqueo con un alambre de metal que mantenía oculto bajo su bolsa de la mejilla.

Los guardianes no deberían haberse sorprendido por la astucia de Fu Manchú. Junto con nuestros otros grandes primos simios, los gorilas, chimpancés, y los bonobos, pertenecen a nuestro árbol genealógico Hominidae, que se remonta 14 millones de años atrás.

Pero no es solo su llamativo pelo rojo lo que los hace únicos entre nuestros primos. Al ser los únicos grandes simios de Asia, los orangutanes se adaptaron a vivir en las copas altas de la selva. Muchas de las habilidades que aprenden son transmitidas a través del vínculo especial que tienen con sus madres, el más extendido en el reino animal junto a los seres humanos.

Las madres orangutanes suelen dar a luz a un bebé por vez, y esperan hasta ocho años antes de tener otro. Esto le da a los pequeños, que empiezan como bebes totalmente dependientes, mucho tiempo para aprender a trepar y distinguir los cientos de plantas y frutas que componen su dieta. Las orangutanes hembras aún permanecen con sus madres en su adolescencia para aprender a criar.

Al crecer, los orangutanes también desarrollan un complejo conjunto de habilidades sociales cooperativas mediante la interacción con sus compañeros y hermanos. Al igual que nosotros, los orangutanes jóvenes involuntariamente  imitan las expresiones faciales y las emociones de sus compañeros de juego, con comportamientos bastante parecidos a la sonrisa y risa humanas. Cuando finalmente se aventuran por su cuenta, los orangutanes continúan desarrollando su ingenio, usando en la práctica las habilidades que han aprendido. Construyen un nuevo nido cada noche tejiendo con cuidado las ramitas, cubriéndolos con hojas suaves, almohadas y mantas. Este proceso requiere destreza,  coordinación y un ojo para el diseño.

También utilizan varias herramientas para hacer su vida más fácil en la selva. Convierten una ramita en matamoscas  y rascadores de espalda, construyen paraguas cuando llueve, hacen guantes con muchas hojas, e incluso utilizan las hojas como vendas para cubrir sus heridas. Pero la inteligencia del orangután va  más allá de supervivencia en la selva.

La investigación en ambientes controlados ha demostrado que tienen conciencia de sí mismos, siendo una de las pocas especies que reconocen sus propios reflejos. También muestran previsión notable, planificación y cognición. En un experimento enseñaron a un orangután a usar una pajita para extraer su sopa de fruta preferida de una caja. Más tarde se le dio la posibilidad de elegir entre la paja o una uva que se podía comer de inmediato, y escogió la paja por si acaso le daban otra caja de sopa.

En otro, los orangutanes se las ingeniaron para alcanzar cacahuetes del fondo de largos tubos escupiendo agua en ellos. Aunque los orangutanes pasan las pruebas cognitivas con gran éxito, hay ciertos problemas en que necesitan  nuestra ayuda. Indonesia tiene la mayor tasa de deforestación del mundo, y millones de hectáreas de selva tropical se queman anualmente para apoyar a las industrias de madera y aceite de palma. La deforestación expone a los restantes 30 000 orangutanes en estado salvaje a los cazadores furtivos. Matan a las madres para que los bebés puedan ser vendidos como mascotas exóticas.

Pero, afortunadamente, la historia a menudo no termina aquí. Los huérfanos pueden ser confiscados y entregados a una segunda oportunidad. En escuelas especiales de los bosques, se recuperan del trauma emocional y continúan desarrollando habilidades esenciales para la vida. Contra todo pronóstico, estos huérfanos demuestran una resiliencia increíble y disposición para aprender.

En malayo, la palabra orangután se traduce literalmente como "la persona del bosque" un recordatorio de nuestro linaje común. Y a pesar de ser unos de los animales más inteligentes de la Tierra, la inteligencia de evitar su extinción requiere creatividad, empatía y previsión que comparten con nuestra especie.